El riesgo financiero o riesgo de inversiones financieras, es la probabilidad de perder dinero. Para medirlo nos fijamos en un concepto; la volatilidad.
La volatilidad es la rapidez con que cambian los precios y la magnitud de estos cambios. Mayor rapidez significa mayor volatilidad, mayor magnitud de los cambios significa también mayor volatilidad, aunque la velocidad no sea alta.
Si tienes, por ejemplo, una acción en cartera que hace un mes cotizaba a 10 euros, hace 6 meses estaba a 9,7 euros, hace un año a 9,3 euros y hoy está a 9,8 euros, ya puedes intuir que la volatilidad será baja porque los cambios de precio a lo largo de un año han sido pequeños. El precio se ha movido en un rango máximo que no llega al 10% en todo un año.
Ahora supón que todo ese cambio se ha dado en un mes. Aunque los cambios en el precio han sido los mismos, se han dado en un periodo de tiempo 12 veces menor, por lo que la velocidad de los cambios en el precio es mucho mayor. La volatilidad es mayor.
También puede darse el caso de que, moviéndose poco el precio, de vez en cuando pase de 10 euros a 13 euros y a los 6 meses estar en 7 euros. El precio se mueve en un rango de precios que varía un 30%, una variación muy alta y por lo tanto una volatilidad mayor.
De forma intuitiva apreciamos el riesgo en esta última.
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