Los ETF han cambiado la industria de inversión y la manera en que se están gestionando los activos en los mercados financieros: costes más bajos, mayor transparencia, acceso a casi cualquier inversor en casi cualquier parte del mundo desarrollado y fiscalmente más eficientes que los fondos de inversión tradicionales.
No es extraño que la industria de los ETFs esté experimentado un crecimiento tan brutal en los últimos años, tanto en volumen de activos gestionados como en número de activos.
ETF es el acrónimo de Exchange Traded Fund, es decir, Fondo que cotiza o fondo que se tradea en una bolsa de intercambio de valores. En realidad, los ETF son un tipo de ETP (Exchange Traded Product) que es como se les denominaba, pero el peso de los primeros es tan grande que han pasado a denominarse todos bajo el acrónimo ETF.
Características de los ETF
Los ETFs son un híbrido entre un fondo de inversión y un activo financiero cotizado corriente -el más sencillo de entender la cotización de una acción pero como veremos más adelante puede ser un bono, materia prima o divisas-.
Como sucede en un fondo de inversión ─mutual fund─ el inversor de un ETF posee una proporcional de un pool de activos financieros y es gestionado por un gestor supervisado por la autoridad competente bajo la regulación nacional o regional.
La diferencia, el plus, sobre los fondos de inversión es que los ETFs pueden ser comprados y vendidos ─tradeados─ en los mercados financieros cuando queramos en una fracción de segundo. En un fondo de inversión tradicional -cerrado- esto solo se puede hacer una vez al día, cuando se calcula el valor del fondo y normalmente tardan hasta tres o cuatro días en hacerse efectiva la ejecución de la compra o venta. En el caso de los ETF no, en el instante y al precio que cotiza.
En Morningstar hay listados más de 8.500 ETFs, que suponen casi 2,5 billones ─trillions─ de dólares en gestión a finales de 2016, con un crecimiento anual medio global en torno al 25%, estimándose para 2021 7 billones de dólares de gestión en este tipo de activo.


En resumidas cuentas, va a pasar a ser un producto innovador de hace apenas una década para los europeos (un poco más para los estadounidenses), a ser en un par de décadas uno de los activos que den forma y sea una de las fuerzas motrices de los mercados financieros mundiales.
Como muestra un ejemplo; cuando comencé a diseñar mi programa de Mentoring Financiero, en abril de 2015, en Morningstar no llegaban a 7.500 ETF’s listados, en año y medio el número ha crecido en 1.000 fondos cotizados más. Una barbaridad.
¿Esto es una moda? Evidentemente no. El crecimiento en volumen y número es progresivo. Se debe a que tiene una serie de beneficios que no tienen otros productos, ni siquiera otros valores. ¿Qué es lo que hace a este activo tan irresistible?, ¿por qué tiene tanto éxito esta inversión?
Vamos a verlo.
ETF como vehículo de inversión
Ventajas y costes de invertir de manera indexada (invertir en un índice)
Lo primero que te responde un pequeño inversor, el inversor retail, es por los bajos costes que tiene. La media de coste a nivel global ronda el 0,5% anual, siendo más baratos en Estados Unidos que en el resto del planeta y teniendo un amplio abanico (el más barato, el SCHB tiene un coste del 0,03%).
El primer ahorro en costes se produce porque al seguir un índice no tienen los costes de compra-venta de la inversión discrecional de un fondo normal o la inversión personal a través de acciones y otro tipo de activos.
Incluso son más baratos que los fondos índice o fondos indexados por un tema de ahorro fiscal y burocrático operativo. Al comprar y vender un ETF lo haces a través de un bróker y todo es muy ágil, en cambio cuando compras un fondo indexado estás comprando las participaciones del fondo y el proceso es mucho más laborioso, puesto que los partícipes del fondo interactúan directamente con la gestora del fondo, esto se traduce en mayores costes para la gestión, y eso que los fondos indexados son de por sí bastante más baratos que la media de fondos de inversión tradicionales.

Acceso a los ETFs
La estructura de los ETFs ha permitido que se puedan expandir a otras áreas de inversión como el oro físico, los mercados emergentes, las divisas o inversiones alternativas y mercados específicos que antes solo eran accesibles para los inversores institucionales. Esto ha hecho que crezca tanto, permitiendo a cualquier pequeño ahorrador invertir donde quiera como quiera a un coste mínimo.
Esto ha hecho que se conecten en el mercado inversores institucionales, fondos de pensiones o hedge funds con pequeños inversores de una manera nunca vista.
Solo tienes que tener una cuenta en un bróker. Y esto es lo más sencillo del mundo. Luego le das a un botón y en una fracción de segundo tienes el ETF comprado. ¿Mercados emergentes? Voy a comprar 2000 empresas de todos los países emergentes en menos de un segundo a partir de 100 euros (lo que marque la cotización del ETF que quieras comprar). Así de sencillo.
No es una cuestión de invertir en acciones del Santander o Telefónica. Es una cuestión de invertir en España o Europa, o entre Europa y el mundo desarrollado….
Como veremos más abajo, además tienes la opción de invertir en corto o invertir en etfs inversos, o invertir con la divisa cubierta o apalancado. La oferta es inmensa y las posibilidades de invertir dinero, múltiples.
Transparencia
Bajo mi punto de vista este es con diferencia una de las ventajas más claras para el inversor. En realidad en la industria de fondos de inversión, en general, no sabes bien donde estás invirtiendo. La gente suele fiarse del nombre comercial del fondo, pero ni aun sabiendo bien donde está invertido el fondo al comprar (cosa que no suele saber el pequeño inversor) luego es difícil seguir las decisiones del gestor.
En la inversión institucional es diferente, la información fluye de otra manera. Pero si has llegado hasta aquí es muy probable que no pertenezcas a este grupo.
Los fondos de inversión tradicionales suelen tener la obligación, por leu, de presentar la situación de sus portfolios tan solo una vez al trimestre. Si hay cambios importantes en la compra-venta de activos dentro del fondo, el inversor no lo sabe hasta llegado el cierre del trimestre. Esto puede ser un problema, sobre todo cuando no sabe qué pasa si el fondo está perdiendo dinero. En los hedge funds sucede parecido.
Sin embargo la mayoría de proveedores de ETFS dan esta información a diario. Si, cada día actualizan la situación del portfolio en sus webs. Creo que el único que no hace esto es Vanguard, que siempre hace las cosas de manera diferente, que lo hace una vez al mes.
Esta transparencia puede ser esencial para una estrategia más activa, para analizar con mayor precisión la construcción de carteras de inversión.
Y otro hecho que ayuda es que los ETF, sobre todos los de mayor volumen, suelen tener en el nombre comercial el índice al que siguen, lo que facilita mucho las cosas con un simple vistazo. Tal es el caso de SPDR S&P 500 ETF Trust, iShares MSCI EAFE ETF, Vanguard FTSE Emerging Markets ETF, iShares Russell 2000 ETF, Vanguard REIT Index Fund o Vanguard Total Bond Market, por poner solo unos ejemplos ilustrativos.
Liquidez
Todo lo que puedas hacer con una acción cotizada lo puedes hacer con un ETF; comprar, vender, ponerte corto, opciones, apalancarte…. Y los ETFs de mayor volumen tiene un volumen de negociación mucho mayor que el de las acciones individuales. El SPY, el que mayor volumen tiene, supera a cualquier acción el mundo.
Esto posibilita que haya una gran diversidad de inversores que buscan cosas diferentes; desde el inversor individual a hedge funds, fondos de inversión y otro tipo de inversores institucionales. Esto retroalimenta el cada vez mayor volumen y a su vez la mayor liquidez.
Esto está unido al precio de mercado versus el valor del fondo (NAV). Permiten estar en todo momento cercad el valor del fondo. De hecho nacieron por esto. Que se lo cuenten a los inversores de fondos en el lunes negro de 1987, cuando las acciones cayeron un 20% y ellos no podían vender su fondo de inversión, que no reflejaba esa caída hasta final de día.
Los ETFs evitan este problema, acoplando el precio de mercado al valor real de los activos subyacentes (que a su vez cotizan). Esto se consigue a través de un mecanismo de arbitraje (en el que no voy a entrar) que ha permitido que los costes de transacción, a su vez hayan bajado, beneficiando a brokers, dealers y diferentes proveedores de productos cotizados. Al final mayor liquidez al mercado que ha permitido mejorar en términos generales el acceso a los mercados.
Esto es así para los grandes Exchange Traded Funds, pero hay muchos pequeños ETF ilíquidos que presentan problemas, el principal de ellos la iliquidez. De aquí los problemas de los flash-crash. Por eso cuando vienen mal dadas son productos que sufren. Debido a esto es importante centrarse en ETFs líquidos y de gran volumen tradeado.
Eficiencia fiscal
El funcionamiento del ETF permite obtener un ahorro fiscal. Si comparamos un fondo de inversión y un ETF, este último tiene una diferencia positiva sobre aquel después de impuestos, debido al ahorro fiscal.
Esto se debe a dos razones:
» La menor rotación de los activos en el portfolio
» Capacidad de reembolsos en especie
Al no ser una inversión activa, se venden menos activos con ganancia lo que genera menos costes fiscales. Por otro lado los ETFs denominados de acumulación permiten, por ejemplo, reinvertir los dividendos y no pasar por hacienda.
Pero incluso entre los ETFs que hacen esto y su correlativo en Fondo Indexado, la diferencia va siempre a favor del primero.
Por ejemplo el SPY (ETF) y el SVSPX (fondos indexados) que siguen el S&P 500 y son de la misma gestora, esa pequeña diferencia, a lo largo de 10 años se nota. Observa:

El ETF un 58,84% y el fondo indexado un 48,34%. Un 21% de diferencia en la rentabilidad final.
Y hablando de ahorro fiscal, con los ETFs puedes hacer el tax-loss harvesting como técnica de ahorro fiscal.
Desventajas de los ETF (frente a los fondos)
Básicamente tres desventajas en relación a los fondos:
Cada vez que hay que comprar y vender hay que pagar una comisión al bróker por la operación. En el caso de los fondos no hay coste de brokeraje.
Es la diferencia ente el precio de compra que lanzas al mercado y lo que vende/compra el tercero en el mercado. Es una horquilla muy pequeña.
Estas dos primeras desventajas, en una inversión de “buy and hold”, comprar para mantener en el largo plazo, no son significativas. Sobre todo esta última.
La siguiente si lo es y hay que tenerlo muy en cuenta.
Esto se da en los ETFs digamos más “exóticos” y los de réplica sintética. Los activos subyacentes ya no son acciones o bonos, sino derivados de estos −futuros, swaps o apalancados−. Esto da lugar a que cuando el mercado está en momentos de alta volatilidad o se quede sin liquidez existan puedan existir diferencias significativas entre el precio del etf y los activos (derivados) subyacentes.
Esto da lugar a que los riesgos reales sea potencialmente mayores.
Por esta razón, salvo conocimiento avanzado, se recomienda invertir en ETFs amplios, líquidos y sin riesgo de contraparte, cuyos subyacentes sean activos y no derivados de estos o modificaciones.
Los ETFs son unas herramientas de inversión y de canalización de nuestro ahorro super potentes, con costes muy bajos, que nos permiten seleccionar que tipo de estrategia de inversión seguir y muy versátiles, que además cuentan con una gran transparencia y (los más importantes) una liquidez y volumen de negociación muy altos.
No obstante, también existen peligros, por eso necesitas tener un conocimiento apropiado, porque como en toda la industria financiera hay etfs malos, ilíquidos, con alto riesgo, sin diversificación y caros.
El auge de la inversión indexada: Fondos de inversión Índice
La pregunta que surge es, ¿cómo surgen los ETF?, ¿Quién fue el iluminados o iluminados que pensaron en esta solución?
Para ello tenemos que remontarnos a los años 70, con los fondos indexados o fondos índice, que son los precursores de los fondos cotizados (ETFs).
FONDOS DE INVERSIÓN → FONDOS INDICE → FONDOS COTIZADOS
El precursor de todo son los fondos de inversión cerrados (mutual funds) de toda la vida, que aparecieron en el siglo XIX en Europa ─el primer fondo de inversión fue el Boston Personal Property Trust en 1893 en Estados Unidos─. Aunque hubo que esperar hasta 1924 para conocer el primer fondo de inversión moderno, con la estructura actual, que también apareció en Boston, el Massachussetts Investors’ Trust y que fue público en 1928.
De esta manera los inversores podían participar del fondo y delegar la gestión de su dinero a gestores profesionales, podían acceder a todo el pool de inversiones de estos gestores profesionales.
Cuando aparecieron las computadoras aplicadas a las finanzas, en los años 50, comenzaron a darse cuenta que muy pocos fondos superaban a los índices de referencia, principalmente el Dow Jones y mas tarde el S&P500.
Fue también la década en que Harry Markowitz desarrolló su teoría de las carteras eficientes y el nacimiento del Modern Portfolio Theory. En la década siguiente William Sharpe la mejoró y comenzó a aplicarse a la inversión institucional; la teoría moderna de gestión de carteras había llegado para quedarse.
Hasta nuestros días.
Para que te hagas una idea, todos los gestores automáticos (robo-advisors) se basan en el cálculos e carteras eficientes siguiendo la teoría moderna de carteras.
La idea de “comprar el mercado” en lugar de seleccionar acciones fue popularizada por Burton Malkiel en su famoso libro “Un paseo aleatorio por Wall Street” en 1973. Siguiendo esta premisa, los fondos institucionales y de pensiones comenzaron a invertir en carteras que mimetizaban el S&P500.
El primer fondo que hizo esto fe lanzado por Wells Fargo en 1971 y el primer fondo indexado, como los conocemos ahora, fue lanzad por Vanguard en 1975.
En nuestros días los fondos índexados suponen el 20% de los fondos de inversión a nivel mundial en base al volumen gestión de activos.
Nacimiento de la industria de los ETFs
A lo largo de los años 80 se intentó llevar la inversión en fondos indexados de manera electrónica, lo que se conocía en la industria como “program trading”, aunque sin éxito. Pero el crash de 1987 aceleró este proceso, debido al problema que he explicado más arriba; los problemas entre el valor del fondo y el valor del activo subyacente en un día que hay mucha variación y donde los partícipes del fondo no pueden comprar o vender durante el día. Imagina esto a nivel institucional, miles de millones de pérdidas en un día y no poder acortarlas.
Los ETFs solucionaban estos problemas.
Así en 1993 salió a cotización el primer ETF en Estados Unidos, el famosísimo SPY de State Street Global Advisors ─ abreviado SPDR y conocidos como spiders─. Después en 1995 sacó el segundo el MDY que sigue el S&P 400 Mid Cap ETF y el año siguiente apareció la otra gran gestora, conocida ahora como Ishares, lanzados por Morgan Stanley con Barcklays Global Investors, cuando de hecho nacieron los índices más seguidos los MSCI ─Morgan Stanley Capital International─.
El líder de los fondos indexados, Vanguard, entró en el mercado de los ETFs en 2001 con sus “VIPERS” (Vanguard Index Participation Equity Receipts) y en 2003 lo hizo PowerShares.
Y a partir de la crisis bursátil de 2007-2008 la aparición de ETFs y gestoras se disparó exponencialmente.
Distribución de la industria por tipo de ETF en base al volumen de activos gestionados en Estados Unidos
Estos son datos solo orientativos para el resto del planeta, pero no extrapolables debido al «home biass», el sego de inversión de casi todos los inversores de invertir la mayor parte en activos financieros del propio pais.
Mayores ETFs del mundo por volumen de activos gestionados
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Hola Jorge,
Estoy siguiendo tu blog con gran interés así como el curso online.
te escribo para pedirte que me facilites unos brokers que consideres merecen la pena para invertir en ETFs.
Gracias.