Cuando le preguntas a un niño qué es el volcán que estás viendo erupcionar en el telediario, seguramente te responderá que son palomitas o una fiesta, o «chucherías».
En tu cabeza estará «peligroso» o «maravilloso».
Ante cualquier evento tenemos la necesidad de posicionarnos en un extremo, simplificando la complejidad de la realidad a un posicionamiento predeterminado.
Por norma general, cuando te preguntan por una cuestión suele ser «esto o aquello». No hay ni posicionamiento intermedio, o lo que es más difícil, una posición que no esté en ese campo, en ese baremo lineal.
Los niños no lo ven así, la imaginación está intacta y todavía no han aprendido las normas de conducta sociales.
Pueden dibujar en un folio una estampa de su casa con dos soles en el cielo, si les dices que solo existe un sol, te pueden responder con toda naturalidad «pues yo hago dos» o «pues me invento otro».
La realidad de los acontecimientos y en concreto en los mercados financieros y la economía, se parece más a los dos soles que al «solo existe un sol».
Blanco o negro, azul o rojo, izquierda o derecha, inversor o especulador, value o técnico, macro o micro, alcista o bajista… casi todo el relato de analistas o redactores de noticias financieras gira en torno a esto.
O una cosa o la contraria.
Seguir leyendoMe dedico a hacer la estrategia financiera y control económico de negocios con actividad global que están creciendo (Fractional CFO).
También traduzco a números ideas e iniciativas para que sus CEOs tomen decisiones con mayor certidumbre (Crecimiento sostenible).