Emprender no es fácil

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Comenzar es sencillo, aunque es lo que más cuesta porque hay que trabajar, dejar de leer las guías de «how to» y escribir en una página en blanco.

Pero eso es lo sencillo. Lo complicado viene luego.

Ya son muchos los suscriptores y algún cliente que me preguntan cómo «he llegado hasta aquí», que ellos también tienen un blog o quieren montar uno, cómo lanzar servicios…. pero no saben cómo hacerlo ó sencillamente cómo o por dónde comenzar.

Voy a intentar dar una respuesta general a modo de reflexiones. Aviso que no hay fórmula mágica.

# Se empieza empezando, no leyendo

Es el «Do it» yanki, el «haz que suceda». Si quieres empezar simplemente empieza.

Aquí hay mucha gente que se pega la vida leyendo las historias de otros, las vidas de otros y los miles y miles de artículos sobre cómo hay que emprender. Para finalizar se fijan en tal o cual proyecto que ha tenido éxito.

Esta es la mejor receta del fracaso absoluto. El fracaso absoluto es «ni siquiera empezar». Porque una vez que empiezas te toca fracasar muchas veces.

# Monta un blog

Nada ha conseguido desbancar a los blogs, ni las redes sociales, ni los fotologs, ni el microblogging, ni youtube, ni instagram, ni todo lo nuevo que ha venido. NADA.

A todo el mundo que tiene un mínimo interés siempre le recomiendo que monte un blog. Si no tienes tiempo al principio, pones uno estático con tu historia, quién eres y qué haces. Pero al menos haz eso.

Creo que nunca he tenido éxito con esta recomendación. Decenas de personas. Ninguna lo ha hecho.

El blog te permite ordenar todas tus reflexiones, expectativas y conocimiento que necesitas ir adquiriendo.

Se aprende trabajando, y se trabaja aprendiendo.

Te recomiendo esta charla de Enrique Dans sobre “marca personal” absolutamente imprescindible, en la que dice que el blogging tiene más que ver con el estajanovismo que con cualquier otra cosa.

Trabajo, trabajo y trabajo.

Luego ya vendrá los sistemas, la metodología etc.

Si «no tienes tiempo» para trabajar más, olvídate de emprender.

# No hay recetas ni fórmulas

Dime una cosa, ¿crees que un libro de 10 euros te va a decir cómo «llegar al éxito de tu vida» o «montar el negocio millonario»?, ¿eso es todo?

Las personas van buscando recetas y fórmulas sencillas para llegar «al éxito» en un camino recto de pocos centímetros de recorrido.

Eso no existe.

Puedes tomar ideas, guías en determinado momento que te abran posibilidades en tu imaginación o sistema de trabajo. Pero nada más.

Cuando aconsejo montar un blog es porque es la mejor herramienta para desarrollar un proyecto profesional y todos podemos hacerlo. Es el arma más potente y los resultados dependen de tus méritos, no necesitas enchufes ni contactos, y además la inversión y el riesgo son mínimos. Es tu base de operaciones y tu escaparate al mundo, a partir de ahí podrán surgir otras cosas.

Pero el blog no es el negocio, el blog es el medio para el negocio. Para más profundidad sobre esto te aconsejo leer “no soy bloguero” de Andres Perez Ortega, que lo escribe después de llevar más de 1.600 artículos escritos desde 2004.

Hay otros métodos que no pasan por el blog, pero si hablamos de un trabajo relacionado con el conocimiento (un servicio, infoproducto), no conozco una mejor herramienta.

# Tienes que acostumbrarte a la incertidumbre

La incertidumbre es tal vez el elemento más difícil de gestionar. En el emprendimiento y en las finanzas personales. Tenemos que trabajar sistemas que lo minimicen y tenemos que acostumbrarnos a trabajar con él.

La incertidumbre, lo incierto, es lo más complejo y que más estrés produce por la sencilla razón de que nadie nos ha educado para ello. No estamos educados para la incertidumbre.

Y si eres español más todavía; la mayor aspiración es un trabajo fijo y si es de funcionario mejor.

# El fracaso «continuo»

El fracaso también está asociado a la incertidumbre.

En el emprendimiento no es que exista fracaso, es que es connatural al «fracaso continuo», el que emprende ha pasado por muchos y constantes «minifracasos». Esto es lo que el método Lean Startup denomina “pivotar” Vas probando cosas, desarrollándolas, pero la mayoría de ellas (si, la mayoría) no funcionan en el mercado y tienes que ir mejorándolas, cambiando algo o directamente abandonándolas, pero a tiempo.

Eso es posible con los servicios e infoproductos, la inversión y el riesgo son pequeños.

# El progreso no es lineal, va a saltos y es caótico

Puedes estar un año sin que nada funcione (esto es habitual) y de repente conocer a alguien que te habla de algo y active en tu cerebro una tecla que da con una solución que ni te imaginabas, pero estaba delante de ti todo el rato.

En ese momento das un salto.

Cuando emprendes, empiezas a comprender que la realidad es tremendamente compleja, que las cosas funcionan en una suerte de relaciones complejas, interconectadas e inesperadas.

Y comienzas a comprender que el azar cuenta más de lo que te han hecho creer. Sobreestimamos nuestra voluntad e inteligencia personal y subestimamos el azar.

Lo que pasa es que si trabajas, pivotas, te mueves, estudias… el azar te encuentra porque te metes más y más en esa telaraña de relaciones complejas que es la economía, el mercado y la realidad.

En mi caso, una buena parte de lo que estoy desarrollando y donde me he especializado es un camino de prueba-error donde lo que realmente comenzó a funcionar eran elementos que conocí de rebote en mis equivocaciones, lanzamiento de servicios fracasados, conversaciones y aprendizaje-desaprendizaje en diferentes entornos de trabajo.

Es un camino de inversión en formación, estudio y trabajo.

# Si eres autónomo/freelance tienes ventaja

Esta semana le comentaba a uno de mis mentorizados que yo vengo de una casa donde todos son autónomos y que esto te sella una impronta. En mi casa nunca he oído a nadie quejarse del trabajo, la única baja fue por maternidad de mi hermana (que cogió el alta a los dos meses), siempre he visto estudiar e invertir mucho dinero en formación y mis padres siempre han trabajado los fines de semana, de una forma muy integrada con su vida personal.

Bueno pues todo eso al final te crea una impronta, un sello. Estás acostumbrado a la incertidumbre, al trabajo constante, al estudio, a pagar por formación, a reinvertir en tu negocio una parte de lo que ganas y a buscar soluciones cuando hay problemas en lugar de quejarte y no hacer nada esperando que alguien venga a salvarte. En un entorno de autónomos nadie espera, porque después viene el vacío.

Si eres autónomo tienes ventaja sobre los que siempre han tenido nómina fija.

Los autónomos generalmente han sido los pringadillos a ojos de las personas con trabajo fijo. En la economía de la que venimos esto era asi y no les faltaban razones para pensarlo. Sin embargo en la nueva economía que vivimos y la que nos va a tocar vivir, las tornas se están cambiando. Muchas de las personas con trabajo fijo que todavía no han trabajado por su cuenta no saben a lo que se van a enfrentar en unos años.

Esto es algo de lo que hablo en mi último libro, cuyo primer borrador estoy terminando ahora.

Para 2020 el 40% de la fuerza laboral mundial va a ser freelance. Ahora mismo en EEUU y Asia están en un 38%. Y esto va aumentar for-e-ver.

A ti también te va a tocar, pero más tarde y más viejo.

# La esencia para tener probabilidades de funcionar

Pongo funcionar y no «éxito». Éxito es una palabra que detesto, es una palabra marketiniana que han inventado los yankis para vender. Pero independientemente de lo que es o no es éxito, este hace referencia a una meta estática.

Y en el emprendimiento y acontecer de tu vida nada es estático. Es un camino sin fin.

La esencia de que tu idea de emprender funcione o tenga probabilidades para ello es esta:

Tienes que ofrecer un servicio, infoproducto o producto que solucione un problema concreto

Y más ampliamente:

Tienes que ofrecer una solución a un problema y tener a alguien dispuesto a pagarlo

Esta cosa que parece tan sencilla y que comprendía intelectualmente desde que empecé a trabajar, no la integré y apliqué de forma clara hasta tiempo después de empezar a emprender. Los libros que recomiendo en la sección de recursos me ayudaron a ello. Sobre todo el de 100$ Startup.

Lo que te debes preguntar es:

¿Qué problema soluciono?

Si has sido capaz de responderte rápidamente en una frase. Entonces tienes que preguntarte una segunda cuestión:

¿El mercado está dispuesto a pagar por esa solución?

Y luego ya viene todo lo del cliente ideal bla bla bla. Pero eso viene luego, no antes.

Si tienes esto puedes empezar a emprender. Ábrete un blog o web, contacta con compañeros y empieza a trabajar. Trabaja por adelantado antes de esperar resultados.

Trabaja, estudia, reflexiona, anota tus ideas en un cuaderno…. estudia, trabaja… vuelve a trabajar, hazlo en orden inverso, por la mañana, el fin de semana, de madrugada… y vuelta a empezar.

Ahora voy a responder a una cuestión conocida.

# «Tienes que saber lo que quieres (objetivo) e ir a por ello.» ¿WTF?

Si claro y te digo cómo voy a estar el 21 de septiembre de 2052 y el número de arrugas.

Yo que sé.

No lo puedes saber.

Esta es otra de esas falacias. Esto es algo que te puedes plantear una vez que tu idea de negocio ha despegado y quieres consolidarla, ahí sí, pero antes es imposible.

Siempre he admirado a las personas que puede plantearse este tipo de cosas antes de empezar, porque ya he sido incapaz.

Tuve un momento de mi vida en el que sabía que tenía que girar (pivotar) mi carrera profesional. Lo sencillo hubiera sido seguir auditando con la nómina de trabajador fijo en el negocio familiar.

Pero ya tenía razones de peso para pensar en un fin oscuro para el auditor individual . La auditoría es un trabajo duro, arriesgado e ingrato. Fue una oportunidad, pero el camino ha sido muy dificil.

# Tienes que ser gestor financiero, administrativo, vendedor y técnico

A parte de realizar el trabajo técnico, la solución, tienes que ser comercial, saber vender, tratar con proveedores.

Además tienes que gestionar los cobros y pagos y un mínimo de gestión financiera para ser viable.

Tienes que gestionar toda la administración; cuota de autónomo, declaraciones de IVA, de IRPF, IAE… y llevar una contabilidad mínima.

Es difícil. No tienes que ser el mejor en un área, pero tienes que ser medianamente solvente en la mayoría de ellos. Esto es difícil.

Si tienes un blog o site, al principio no necesitas algo sofisticado, pero conforme vaya avanzando tu proyecto y vayas progresando vas a tener que invertir en plantillas y plugins de pago, algo de diseño, un hosting con buen soporte, tendencias en la exposición de la información…. y tener actualizada la parte tecnológica. La parte de mantenimiento lleva mucho tiempo.

Después de eso tienes que tener la templanza suficiente para llevar todo eso a tus espaldas, en la soledad, porque nadie te va a hacer caso al principio.

¿Estás dispuesto a trabajar los fines de semana en estas tareas que no son el desarrollo de la idea?

¿Estás dispuesto a estar solo?

¿Estás dispuesto a que te tiemblen las piernas de inseguridad?

# ¿No hay que trabajar mejor?, ¿menos horas?

Claro. Trabajas menos horas… cuando tienes un proyecto que te da trabajo y dinero. Hasta ese momento tienes que trabajar más y nadie te garantiza que te vaya a ir bien.

Los emprendedores «top» que ves en la red que tienen sus ayudantes, trabajan 4 horas y ese tipo de cosas, son personas que se han pegado años trabajando con un horario diario de 2 dígitos, angustiados en la soledad y pasado por un proceso de recnfiguración personal que les ha hecho temblar de arriba a abajo. Una vez que han consolidado un modelo de negocio rentable, con muchos clientes e ingresos, deciden eliminar aquellos clientes que menos dinero le dan y sistematizar al máximo el proceso delegando.

Es lo que llamo «la poda».

Pero para llegar a eso se han pegado años haciendo y pasando por las fases que te he descrito antes.

Algún día te hablaré del libro «La semana laboral de 4 horas» y los riesgos de la gente que lo interpreta literalmente.

¿Tienes un negocio que te reporta un pastón mensual?

No.

Pues olvídate de la semana laboral de 4 horas ni de trabajar mejor ni de las fórmulas de éxito tipo «tienes que ser feliz y el dinero te hará rico», la espiritualidad y la conjunción astral harán el resto.Todo eso está muy bien pero no hará crecer y progresar tu idea de negocio, micronegocio, profesión 2.0 ó lo que quieras desarrollar.

Me recuerda a estar parte de un documental que adoro:

# Si no llegas a ser rentable, tendrás otras oportunidades

Ni todos llegan a buen puerto (solo una pequeña parte) ni todas las personas valen para esto.

Si después de mucho tiempo sigues sin ver resultados, te angustias y no te da el dinero suficiente habrás ganado muchas probabilidades de trabajar en los proyectos de otros o de empresas de personas que hayas conocido.

Al final tienes tu recompensa. Te aseguro que si emprendes y no consigues que tu idea prospere, acabarás trabajando en otra cosa que te gustará mucho más y te abrirás tu futuro. Conocerás gente y profesionales que te ofrecerán algo, áreas de trabajo que ni conocías y en las que igual eres buenísimo y habrás aprendido a ser disciplinado, luchar contra la incertidumbre y nunca dejarás de estudiar y auto-invertir en tu conocimiento.

También se puede dar el caso de que pasas de una idea profesional a dejar, por ejemplo, un blog personal como hobby pero un lugar de almacenamiento de conocimiento y laboratorio de ideas vas alimentando y que reactivará en cualquier momento más adelante.

Como escribí en este post lo mejor que puedes hacer es iniciar un proyecto paralelo o side project. Siempre ganas.

Recordando:

Si me preguntan en qué consiste crear algo, emprender y poder vivir de ello, como mi proyecto, lo sintetizo en 3 cosas.

Trabaja el triple: tu proyecto es tu nuevo gym

Equivócate el triple: haz cosas, ejecuta

Piensa diferente: plantea soluciones con imaginación y desde otra perspectiva

# El modelo startup que ves no es tu modelo

¿Suena molón verdad? Chicos y chicas jóvenes con americana y los brazos cruzados sonriendo en una habitación con logos, cristaleras y arbolitos.

Bueno, aquí me acuerdo de Taleb, cuando explica que la diferencia entre los hombres de negocios de éxito y el resto es la suerte y no decisiones individuales.

Yo añadiría, tener buenas conexiones. (El conocimiento y el trabajo se dan por hechos).

En el caso de las startups españolas, casi todos sus fundadores se conocen y las lanzan en escuelas de negocio privadas que cuestan un pastón; ESADE, IE etc. Ellos tienen contactos y acceso a financiación. Tú no.

Ese no es tu modelo.

Es un modelo que puede ser muy bueno, pero no es le tuyo y no te debes fijar. Quizá algún día puedas estar en esa situación, pero primero debes empezar con lo que tienes.

Tu modelo debería ser:

Montar mi propio negocio en base a mi conocimiento e ideas para vivir de él, mientras lo integro en mi vida personal, de manera que me proporcione autonomía e independencia con unos ingresos dignos y tener calidad de vida que haga frente a la incertidumbre.

*

Esto lo puedes conseguir, pero el camino es difícil.

No te desesperes y no tires la toalla. Eso sí, si algo no funciona pivota y sigue probando y trabajando. Al final te esperará un regalo inesperado y la confianza y seguridad en tí mismo te harán imparables.

Y siempre, siempre, siempre se tú mismo, no copies fórmulas enlatadas. Todos tenemos algo que nos hace únicos; tienes que explotar eso que te hace diferente para proyector tu visión del mundo en la solución que ofreces. Es la forma en que entramos en la telaraña del azar.

Lo que aquí he expuesto es mi experiencia y algunas de las conclusiones que voy sacando (porque esto nunca termina) a lo largo de todo este proceso, pero no tiene por qué ser la más apropiada ni tampoco la mejor. Es solo mi respuesta, incompleta, a una cuestión difícil que no tiene la respuesta.

4 Comentarios

  1. Hola Jorge, ante todo agradecerte los buenos consejos.
    Hay muchísima gente, yo la primera, que nos hemos pasado años queriendo tener todos los cabos atados antes de arrancar. Y lo que dices de empeñarnos en saber qué queremos exactamente antes de mover un dedo es algo extremadamente paralizante ¿Será esta dirección la buena?¿Y si no es lo que esperaba?¿Y si ese trabajo y esfuerzo no sirven de nada?¿Y si necesito más formación al respecto?
    Todos estos «Y si» hacen que te conviertas en un eterno «Wantepreneur». Y luego para terminar de rematar viene lo del «Just do it» y piensas muy bien estoy decidida: ¡Quiero hacer algo! ¡Lo haré! y después de la emoción inicial tu mente perversa hace esa pregunta fatídica…¿Pero el qué? Y vuelta a empezar. El bucle sin fin. ¿Con lo fácil que era adentrarte en una aventura nueva cuando éramos niños verdad?
    ¡Un saludo!

  2. Hola Marian,

    “Wantepreneur”! que bueno, no lo había escuchado hasta ahora pero describe perfectamente lo que indicas. En efecto, hay que empezar que el camino se hace andando. Yo era de los de leer pero con el tiempo, una vez que te metes en la rueda, esa lectura o análisis inicial es solo el inicio, el desarrollo te lleva por vias y salidas totalmente imprevisibles pero que son las que funcionan.

    Ya nos contarás que tal van tus aventuras.

    Un abrazo.

    Jorge

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