
La actual crisis económica ha puesto de relieve muchas cosas que se encontraban semi-ocultas cuando las cosas iban bien, una de ellas la elefantiasis del aparato administrativo español. Así como los agentes económicos del mundo privado tenemos la exigencia de optimizar el uso de los recursos de los que disponemos y ser eficientes en sus resultados para, unas veces mantener nuestro nivel de bienestar y prosperidad, otras veces la pura supervivencia, las administraciones nacionales y regionales tienen la obligación de hacerlo por la exigencia del resto de agentes sociales; individuos, familias, empresas, proveedores, entidades financieras y el contribuyente en general, que al fin y al cabo es el único cliente que paga todo.
En este contexto de incertidumbre económica que exige unos criterios mínimos de racionalidad en la gestión de los recursos y eficiencia en la gestión, se ha puesto de manifiesto una necesidad que en los años previos parecía más un mantra de algunos expertos y teóricos que una necesidad real diaria; hablamos de la transparencia en la gestión pública y la difusión de la información financiera de los entes públicos para que los agentes económicos puedan decidir de una forma más eficiente en un mercado más democrático.
Importado de los países anglosajones, los primeros en hacer grandes transformaciones en os sistemas de gestión pública, se está exigiendo lo que se denomina New Public Management (NPM) ó Nueva Gestión Pública, que consiste en que el aparato administrativo tiene que rendir cuentas de cara al ciudadano, que es su único cliente y lo único que le pide es que explique y difunda como gestiona los recursos que obtiene a través de su bolsillo. De la misma forma que hablamos de un nuevo paradigma económico para muchos aspectos del nuevo sistema económico que se está forjando a muchos niveles, podemos afirmar que se está consolidando un nuevo paradigma en la gestión pública y su rendición de cuentas.
Para conseguir estas exigencias la administración pública está integrando herramientas procedentes de ¡l mundo de la empresa privada (que siempre va por delante), sobre todo las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación), como elemento que permite divulgar de manera más eficiente, eficaz y barata la información requerida a través de la web e internet en general t¡ y de esta manera atender a los requerimientos de información y transparencia de los agentes y permitir la participación ciudadana en general, en lo que viene a ser un diálogo-exigencia importado de los entornos 2.0. de las redes. Se trata de una exigencia económica pero también democrática, puesto que la transparencia de las instituciones públicas no solo va a permitir que estas acaben siendo mas eficientes y eficaces por las reglas del mercado, sino que también permitirá democratizarlas y hacerlas mas sensibles a la realidad del estado del que viven y para el que trabajan mediante su gestión.
Un hecho que ha permitido satisfacer hasta cierto punto algunas de las exigencias de los agentes y del mercado en general, es la publicación y divulgación de la información económico-financiera de los distintos organismos, desde el gobierno a los ayuntamientos, a través de los portales en internet. La utilización de medios electrónicos a través de la web están siendo los mecanismos que están transformando la gestión pública en lo que ya se denomina e-Gobierno, que aunque todavía se encuentra en su fase inicial, sobre todo en países como España, forman parte de un proceso que no tiene vuelta atrás.
Así vemos por ejemplo que la gestión de ciertos servicios públicos se empieza a gestionar por internet, aunque los listos de la administración central también las utilizan para que la totalidad de las exigencias fiscales recaigan sobre el contribuyente; ahora todo el trabajo fiscal lo hace y gestiona el contribuyente a través de internet (hecho que debería llevar aparejado una disminución del aparto administrativo y de esta forma consumar la eficiencia y eficacia indicadas).
Por tanto las nuevas tecnologías está jugando un papel fundamental en la transformación de las administraciones públicas, en la gestión de los recursos disponibles y en la exigencia del mercado a través de los diferentes agentes de ser igual de transparentes que estos últimos. Está en fase de desarrollo, pero las NT es la llave común que va a permitir hacerlo viable.
En el próximo post (segunda parte) hablaré sobre las teorías económicas que sustentan la necesidad de hacer pública la gestión de las instituciones y la necesidad de transparencia para el correcto funcionamiento del sistema económico.
Me dedico a hacer la estrategia financiera y control económico de negocios con actividad global que están creciendo (Fractional CFO).
También traduzco a números ideas e iniciativas para que sus CEOs tomen decisiones con mayor certidumbre (Sustainable growth).