Los «sumos sacerdotes» de la economía están muertos

Voy a mostrarte un estudio que acabo de ver sobre el nivel de discusión entre los expertos de economía. Doctores y catedráticos de diferentes ramas y escuelas discutiendo sobre los mismos temas.

Este es el gráfico que resume todo:

Debate en economía

Alucinante ¿verdad?

El estudio se ha realizado seleccionando las 5 revistas más prestigiosas del mundo, y ver qué artículos y papers eran réplicas o respuestas a otros trabajos de otros expertos —aquellos que contienen en su título «comment», «reply» o «rejoinder»—. Realizado por este economista aquí.

Las cinco revistas son:

  1. American Economic Review -publicada por la Asociación Estadounidense de Economía desde 1911-
  2. Econometrica -publicada por la Econometric Society (EEUU) desde 1933-
  3. Journal of Economic Literature -publicada por la Asociación Estadounidense de Economía desde 1969-
  4. Journal of Political Economy -publicada por la Universidad de Chicago desde 1892-
  5. Quarterly Journal of Economics -publicada por la Universidad de Oxford desde 1886-

Los datos los ha obtenido de la base de datos académica http://www.jstor.org/

El debate entre las diferentes ramas de economía a través de los trabajos de investigación de sus expertos coge fuerza a final de los años 20 con la Gran Depresión, el fin de la economía clásica a la antigua usanza y el éxito de la economía Keynesiana. Luego en la segunda guerra mundial con la organización industrial entorno a la guerra, el inicio de la guerra fría en la segunda mitad de los años 50, los años 70 con las crisis del petróleo, la apertura de multitud de economías cerradas por su paso de dictaduras a democracias al mercado mundial y la convergencia de muchos de estos países a un nuevo bienestar, la experiencia del progreso, la entrada de capitales y la participación en una nueva economía global -como España-, la segunda mitad de los años 80 con el crack del 87 y los años próximos el cambio de siglo con las puntocom su pinchazo y los nuevos posibles paradigmas.

En estos momentos solo un escuálido 2% de los trabajos que se publican corresponden a discusión entre expertos en las materias. El más bajo de la historia.

En el gráfico vemos una especie de pirámide o campana, donde el grueso de la discusión se realizó entre los años 40 y 80, y siendo más estrictos entre las dos décadas que transcurren desde mediados de los años 50 a los años 70. Esto apoya la descripción que hago en mi libro sobre cómo todos los economistas que no entraban dentro del mainstream a finales de los años 70 fueron apartados, marginados y denostados de todas las revistas de prestigio, equipos de investigación académicos y cargos políticos. Todos aquellos que englobamos dentro de los economistas heterodoxos. Un episodio que se puede describir pero para el que no hay una explicación sociológica.

Hasta que vinieron la crisis del 2008 y los blogs y nuevas formas de comunicación y divulgación abiertas y se rescató todo ese debate marginado a las puertas traseras de campus menores.

Llama la atención una cosa: mientras experimentamos un aumento sin precedentes de la discusión sobre asuntos de economía a todos los niveles en todo el mundo, en el mundo académico parece que el debate ha muerto

Esta es la pura verdad: la vida intelectual de estos señores no se corresponde con lo que ocurre ahí afuera. Viven en la estratosfera, imaginando mundos sobre su «modelito» de tres o cuatro variables. Nunca antes se había dado un debate tan intenso, rico, bidireccional, prolífico, de tanta altura intelectual, de tanta riqueza en los datos, de tal disposición de recursos para analizar… y ahí están los catedráticos y doctores, los sumos sacerdotes, sin dirigirse la palabra. Ajenos a lo real, en la atalaya. Muertos. Están muertos porque no exponen sus ideas a la crítica, porque no interactúan, porque no discuten, porque en definitiva viven en un mundo imaginario.

Llama la atención la simetría del gráfico. A nivel de discusión académica estamos en términos porcentuales igual que a inicios del siglo XX. Esto abre la puerta a una segunda interpretación; que las revistas académicas han dejado de ser el lugar de discusión. Esto refuerza mi visión de que la discusión económica está en la red entre académicos via blogs personales y grupales, entre académicos y los lectores no especialistas via blogs, webs y medios sociales online y entre los estudiantes y los docentes y centros académicos impulsados por las asociaciones estudiantiles de medio mundo via wikiespacios, blogs corporativos de diversos movimientos y foros. Para leer sobre esto te recomiendo estos dos largos posts donde profundicé sobre ello:

He encontrado este trabajo titulado «The Citation Success: Evidence from Economic History Journal Publications »  (El éxito de la citación; evidencia de publicaciones de historia económica). El trabajo es un rollo, el típico paper de académicos para que les lean otros académicos, pero al final del mismo en el mismísimo último párrafo dice lo siguiente:

«Last but not least, our study is one of the first to empirically estimate the role
of research diffusion for subsequent citation success. Using a number of different
measures of diffusion, and controlling for several competing hypotheses, we find a robust link between diffusion and citations. The returns of research diffusion are quite substantial: each academic presentation (conference, workshop or seminar) increases changes of getting cited by up to 14 percent, and making your working papers accessible on internet websites improves citation success with up to 70 percent.»

Es decir, que después de todo concluyen que lo único que influye de forma significativa en el éxito de que un trabajo sea citado por otros es su difusión física a través de conferencias, entrevistas —networking— y la apertura a su disponibilidad en la red —blog—. El propio trabajo lo he leído en su versión gratuita que es de 2010, porque el nuevo de 2012, un pdf de 23 hojas, cuesta 40$. En definitiva, un paper de académicos para académicos que sin querer nos descubre en su último párrafo algo que ya sabíamos; para que les hagan caso tienen que abrir al público sus trabajos para recibir crítica y feedback. Después de decir esto se atrincheran en una publicación cara que no va a ser leída por casinadie.

No se si os dais cuenta que todo esto es una explicación que se retroalimenta.

Dejo el link de este interesante trabajo de la LSE titulado «The internationalization of economic history: A puzzle» que habla sobre algunas tendencias en las publicaciones de economía.