En ocasiones hablo con amigos y colegas de trabajo de la dificultad que conlleva ser autónomo, freelance o emprendedor.
Todos llegamos a la misma conclusión: el problema es el nivel insufrible de impuestos que hay que pagar. Esto es lo que se conoce como represión fiscal.
La otra conclusión a la que llegamos siempre es que no nos extraña que la recaudación respecto al nivel de imposición fiscal sea baja. Simple y llanamente es imposible. No se puede. Si lo analizas detenidamente, con unos ingresos de «nómina normal» las obligaciones fiscales se lo van a comer todo.
Yo pongo siempre un ejemplo. Si eres trabajador con nómina lo entenderás mejor todavía. Imagina que sales de la empresa en la que trabajas y pasas a trabajar para ellos como freelance, le facturas a esta 2.000 euros al mes, son 2.000 eurazos, un buen sueldo, muy digno, por tu trabajo profesional. Te frotas las manos.
Veamos lo que sucede:
Todo eso suponiendo que eres un profesional que presta servicios, que no tiene una estructura y que no tiene que pagar alquiler, pago de stocks, etc.
Se lo cepillan todo. Sin contemplaciones.
De esto te das cuenta cuando viajas, cuando ves en los países menos desarrollados que las calles están inundadas de pequeño comercio (¿que ha pasado con el nuestro?). Esto lo digo porque en mis viajes al sudeste asiático y el sur de América (de mochilero), cuando iba por las calles me paraba y veía pequeñas tienditas que tal vez solo te vendían folios, otras solo piñas y así, entonces mi defecto profesional me hacia pensar «¿cómo puede sobrevivir con esto toda esta familia que está aquí sentada?, solo venden cuatro piñas y la calle está llena de locales que venden cuatro piñas», entonces comprendía que lo poco que vendían con su margen quedaba de forma íntegra para el negocio, para la familia; el peaje que tenemos que pagar en España es demasiado elevado como para permitirte el lujo de ingresar poco con tus ventas, con tu trabajo. Esto rompió mi forma de ver las posibilidades profesionales en España, , como lo fue también cuando viajé a Estados Unidos pero allí en otro sentido; ¡la responsabilidad y el riesgo se pagaban!
Yo le llamo nuevo feudalismo. Hay que pagar para entrar y por salir del castillito muchas veces.
Por +Jorge Segura