Una startup es por definición una empresa de reciente creación diseñada para crear nuevos productos y servicies que se mueve en la incertidumbre extrema. No tiene histórico de datos financieros y se enfrenta a un futuro inmediato completamente incierto.
Determinar el valor de una de estas empresas es sumamente complejo. En la mayoría de las ocasiones es imposible desde un punto de vista objetivo.
El método de valoración idóneo es el de descuento de flujos de caja; una empresa vale el dinero que es capaz de generar. La idea es sencilla. Pero incluso aquí la valoración tiene un componente subjetivo alto ya que la mayor parte del valor depende de la renta permanente (el último flujo calculado a futuro), que depende de las tasas de crecimiento y descuento de esos flujos.
Este método presenta dos exigencias:
– Necesitas tener un histórico de información de x años
– Además, esa información debe ser de calidad.
Como he señalado, en las startups no tenemos un histórico, pero es que la mayoría de pymes que si lo tienen tampoco podemos aplicar con fiabilidad este método pues la calidad de la información es mala. Suele ser escasa, la contabilidad presentada suele estar llena de errores y generalmente manipulada.
Si los datos base son erróneos, la valoración a futuro va a amplificarlos.
Cuando se da este caso tenemos que acudir a otros métodos de valoración, generalmente el valor patrimonial contable con algunos ajustes.
Seguir leyendoMe dedico a hacer la estrategia financiera y control económico de pymes tech & digital con actividad global que están creciendo (CFO Externo).
También traduzco a números ideas e iniciativas para que sus CEOs tomen decisiones con mayor certidumbre.