El «fin del poder» y la Eurocopa

Hace un par de años leí un libro que le “mangué” a mi padre (no se los que me he agenciado, ya he perdido la cuenta) y me pareció buenísimo. Se titulaba “El fin del poder”, del politólogo Moisés Naím, un reputado pensador que conocí en su columna de fin de semana en El País.

En esta entrada resumí algunas de las ideas del mismo. En esencia explica que cada vez es más complicado mantener el poder para aquellos que lo ostentan. En todas las áreas del mismo; económico, político, religioso, etc.

Precisamente es el deporte mediante el que explica esto. En concreto comienza con la historia del joven jugador de ajedrez noruego de 19 años Magnus Carlsen que gana los torneos a nivel mundial con una forma de afrontarlos que nada tiene que ver con lo acostumbrado. Nos es ruso, ni indio, ni norteamerica; un chaval noruego que va a su marcha y además disfruta de su imagen de marca tirando abajo todas las dinastías de gran tradición en este juego.

Viendo los partidos de esta Eurocopa de 2016, el juego y sus resultados, ha sido inevitable que me acordara de este libro y sus conclusiones. Cualquier país puede ser vencedor. Los galones de los grandes países ya no importan.

Lo que ha pasado en el ajedrez está pasando también en el mundo en general. El colapso delas barreras está transformando la política local y la geopolítica, la competencia entre empresas para atraer consumidores o entre las grandes religiones para atraer creyentes, así como las rivalidades entre organizaciones no gubernamentales, instituciones intelectuales, ideológicas y escuelas de ciencia y pensamiento filosófico. En todos los lugares en los que el poder importa, se está degradando y pierde potencia.

Para Naim el ajedrez es la metáfora clásica del poder. Cierto. Pero en el mundo moderno el futbol, por todo lo que mueve en muchos ámbitos, también es una metáfora y realidad evidentes.

Así tenemos a Gales llegando a semifinales, a Islandia, un país con menos habitantes que cualquier barrio de gran ciudad europea y sin tradición futbolística vapuleando a sus rivales (hasta cuartos con Francia). Polonia jugando a tumba abierta con gusto y Bélgica poniendo el buen futbol y selecciones como Holanda o Dinamarca que ni siquiera se han clasificado para el mismo.

Seguramente lleguen a la final dos de las grandes, pero ya vemos en cuartos que la mitad de los equipos son de países que hasta hace poco ni siquiera se clasificaban para la fase final. Un síntoma.

Este fin de la hegemonía futbolística es un “fin del poder”, o una pérdida del mismo es la pérdida del status quo que estamos viendo en todos los órdenes de la vida económica.

A estos nuevos actores les llama micropoderes; limitan el poder ejercido por los grandes actores a través de “vetar, contrarrestar, combatir y limitar el margen de maniobra de los grandes actores. Es negar a los grandes de siempre espacios de acción e influencia que daban por descontado”, puesto que su poder es de un tipo nuevo, “no es el poder masivo, abrumador y a menudo coercitivo de grandes organizaciones con muchos recursos y una larga historia”. Y tienen la siguiente oportunidad/peligro:

» Oportunidad: disminuir el exceso de concentración, aumentar la democracia

» Peligro: excesiva dispersión (caos, inestabilidad)

Si no aportas valor añadido, innovación o una solución exclusiva, tu puesto de trabajo está en peligro. Si has tenido suerte tal vez no te ha tocado todavía. Pero te llegará.

El futuro de las organizaciones son empresas con un núcleo pequeño de trabajadores altamente cualificados y de administración y el resto de tareas será externalizada a freelancers y trabajadores del conocimiento. Lo vimos hace un 3 de años (como pasa el tiempo) en el post «Subempleo y profesional multitarea: el futur ya está aquí». Te aconsejo a que leas las tesis que pronosticó en los años ¡70 y 80! Charles Handy, un filósofo irlandés especializado en comportamiento de organizaciones y gestión de empresas.

También sabemos que se estima para el año 2020 (pasado mañana) el 40% de la fuerza laboral en USA serán trabajadores autónomos (freelancers).

Cada día que pasa vemos ejemplos concretos de esta dinámica. La Eurocopa ha sido el último de ellos. Cualquier pequeño país, cualquiera, puede ganar a los tradicionalmente grandes, sin ruido ni contemplaciones. Un gol más y a casa.

En la época que nos toca vivir, el siglo XXI, “el poder es más fácil de adquirir, más difícil de utilizar y más fácil de perder”. Esta degradación del poder está transformando el mundo; nuestras vidas, nuestro trabajo, la educación, nuestro futuro.

Ese fin de poder es lo que nos permite comprar ropa más barata y a tractiva todas las estaciones del año, volar por 30 euros a cualquier parte de europa, alquilar apartamentos a precios asequibles, comprar ebooks por precios ridículos. Pero eso significa que las industrias que antes monopolizaban estos sectores perdieron su poder, y con ellas sus trabajadores y entornos socio-económicos.

Por esta razón no te deberías quejar si le pasa a tu sector, a tu empresa. Tú ya te has beneficiado de ese fin del poder porque otros lo han perdido. Así que es cuestión de tiempo que le pase al tuyo. Lo que deberías hacer es abrir la mente, estudiar, abrir side projects, invertir en formación práctica, jugártela en pequeñas ideas de negocio, etc.

La paradójica naturaleza de la oportunidad, que conlleva una incertidumbre sobre la que nadie nos ha educado.

La pérdida de poder, la caída de las barreras de entrada y la Eurocopa; la materialización de un cambio al que nos tenemos que adaptar.

NOTA: De este y otros temas relacionados hablo detenimieno en mi libro Econblog.